Reseña de Delia Domínguez
___________________________________________________
La poética de Jaime Luis Huenún es una revelación provocadora por el atrevimiento de sus fórmulas sintácticas, en un discurso donde contrapuntea el catecismo oral de su Butahuillimapu con los grandes temas del universo, pulseando, como el guerrero que es, la muerte y la vida, en un desarrollo lírico-circular que conduce a lo infinito.
_____________________________________________
Ceremonias es un libro testimonial en el sentido de atestiguar un estado de cosas presentes que no se comprende sino a partir de antecedentes históricos que se remontan a principios del siglo XX: el actual estado de miseria de quienes han sido desterrados –los huilliches o sus descendientes- de los lugares antiguos en los que vivían sus abuelos;
No quedan sino reducciones o campamentos urbanos desde donde se construye la memoria del amor y del dolor. Pero el libro no se limita al lamento por la pérdida de la identidad primigenia, lamento que, por otra parte, suele convertirse en instalación imaginaria en el pasado, como estrategia de rechazo radical a un aquí y ahora degradado. No insiste tampoco en la construcción voluntarista de un sujeto indígena marcado por el exotismo trágico del excluido o el exotismo turístico del no occidental;
La testimonialidad indígena-mestiza del libro descansa en el hecho de asumir una estrategia discursiva mapuche (nûtram) como base para la elaboración del universo lírico, contenido de múltiples referencias etnoculturales propias del mundo mapuche actual y por impulsos utópicos que vinculan esta escritura a la tradición de la poesía moderna occidental, en el sentido de que la palabra poética constituye siempre una manera de construir la significación auténtica de las cosas, de afirmar la belleza del existir en el escenario del mal y la muerte, de asegurar, simbólicamente, la continuidad de la sangre más allá de su derramamiento;
En este sentido, Ceremonias recuerda muy de cerca la poesía de César Vallejo; no sólo por el dolor sino, sobre todo, porque está la certeza que muerte y vida, odio y amor, no son en si mismos excluyentes: depende de cómo y porqué se viva o se muera, cómo o por qué se ame o se odie. Pero esto depende a su vez de una estrategia de textualización que supere el binarismo simple y maniqueo heredado de la tradición judeo-cristiana. Y es aquí donde Jaime Huenún ha encontrado las palabras exactas para hacer verdadero sentido de los rituales ceremoniosos del amor, la muerte y el regreso;
Por otra parte, hay un complejo entrelazamiento de voces que nos recuerdan a Pedro Páramo, de Juan Rulfo, más precisamente en la conversación de los vivos y los difuntos, como en el poema En el cementerio de San Juan: “Los parientes se vienen de lejanas hijuelas, / trayendo en sus morrales hogazas de buen pan. / Junto al muerto lo miran, lo comen y lo piensan / hasta cuando no queda más en que pensar.” (p.39);
He aquí que el libro Ceremonias deviene nûtram : conversación fascinante de los vivos y los difuntos que se vuelve interpelación a la conciencia histórica y moral del lector (mapuche y no mapuche) en el sentido de empujarnos a comprender al otro y, por oposición, a nosotros mismos, en la grandeza y miseria suyas y nuestras;
Se escribe, entonces, desde y con el dolor de saberse “reducido” por el poder marginador y degradante de la sociedad chilena blanca; pero también desde la conciencia de saberse poeta dialogante que comparte con los lectores la conversación mapuche, sus mitos, sus recetas medicinales y las historias de sus parientes vivos y muertos.
___________________________________________________
El presente texto es una selección extraída del Prólogo y la nota de contraportada, escritos por Delia Domínguez en el libro Ceremonias de Jaime Luis Huenún (Editorial Universidad de Santiago, 1999);
© SURALIDAD EDICIONES, 2008
suralidad@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario