martes, agosto 11, 2009

Chamaco Valdés

Francisco Chamaco Valdés (izq.) junto a Luis Hernán Alvarez la memorable dupla goleadora del fútbol chileno de los 60's.
Poema de Clemente Riedemann
Porque chuteaste mi infancia hasta las estrellas, del banderín que iluminó mi pieza oscura, allá, en los callejones polvorientos, es que quiero escribirte este poema. « Fuerte y a un costado »– dijiste, seguro como la bala que ya inició su viaje y que un día incendiará mi carne tirándome de bruces en una cuneta. O como el sol de la mañana que alumbra la panera, mientras leo en el periódico una entrevista en que confiesas cómo deben patearse los penales: « Fuerte y a un costado –dices- Es lo más seguro ». Así te llevé en el corazón durante los años en que la vida se agarraba con estoperoles a la tierra en la cancha del club Tricolor. Ahora los dos estamos viejos. Yo recuerdo casi todos tus goles. Tú no sabes que escribo poemas.
(del libro Gente en la carretera, 2001)

2 comentarios:

Fontana dijo...

Ayer,apenas supe de la muerte de Chamaco, me acordé de tu poema y hoy vine a releerlo. ¿Me autorizas a publicarlo en mi Féisbuc? Yo creo que sí.

Anónimo dijo...

Mi abuelo Manuel (que alguna vez -mucho antes que yo naciera- fue candidato a regidor por el PR) le hablaba de él a mis primos, les decía que era un gran tipo.

Siempre fue fan de Colo Colo, pero durante una época lo tuvo que ocultar porque una de mis tías se casó con un jugador profesional de la Católica. Mis tíos y primos evitaban llevarlo al estadio porque él odiaba sentarse en lugar preferencial y se les arrancaba a la galucha o, si accedía a quedarse, garabateaba a todo pulmón y rara vez a favor de los cruzados

Mi abuelo también era un gran tipo.